Lo mejor para ver el eclipse solar: internet o viajar a La Palma
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Ana García Suárez es doctora en Astrofísica y directora de La Palma Stars, en La Palma (Canarias).

El próximo 21 de agosto se producirá el eclipse solar total más esperado de los últimos tiempos y que algunos han denominado el gran eclipse americano o el eclipse del siglo, dado que el fenómeno será visible en directo por más de 100 millones de personas en Estados Unidos. (Aquí puedes ver imágenes de eclipses anteriores).

Dada la extensión de los oceános y la distribución de la población mundial, es más probable que un eclipse sea visible en una zona despoblada o sobre un oceáno. Pero en esta ocasión, cruzará Estados Unidos de Oeste a Este y su totalidad será visible en una franja de 100 kilómetros de ancho. Esto ha causado gran expectación entre la población local y los numerosos visitantes que se esperan.

¿Dónde ver el eclipse solar en España?

Lamentablemente este eclipse solar se verá parcialmente en España y para la mayoría de nosotros pasará desapercibido. Hacia el Oeste del país, como en Baleares, ni si quiera se verá, mientras que Galicia será la región de la península que lo verá mejor (una hora aproximadamente antes de la puesta de Sol según la localización). En Canarias, ya que está más al Oeste, el eclipse será todavía visible parcialmente pero con mayor intensidad que en el resto de la península. Y dentro del archipiélago, la isla de La Palma será el mejor observatorio y allí la parcialidad del eclipse solar llegará al 42%.

¿Qué se necesita para ver el eclipse solar?

Si no puedes viajar a Estados Unidos para ver la totalidad y no te lo quieres perder, puedes seguirlo en este streaming de la NASA o a través de «STARS4ALL», en colaboración con el canal sky-live.tv. Si pudieras ir a ver el eclipse total o el parcial, recuerda que es absolutamente indispensable que uses protección adicional para observar el Sol con seguridad.

Nunca se debe mirar directamente al Sol, incluso cuando esté parcialmente cubierto por la Luna. De lo contrario, la luz puede causar ceguera o daños permanentes en el ojo. Aquí tienes todas las instrucciones necesarias (por ejemplo, se pueden usar gafas para eclipses o espejos para proyectar la imagen del disco solar sobre una superficie plana y blanca).

La isla de la Palma será el mejor observatorio de España para ver el eclipse solar, así que se espera afluencia de público en el Oeste de la isla. El eclipse comenzará antes de la puesta de Sol y se podrá ver casi desde cualquier lugar. Se han organizado quedadas en las playas a la puesta de Sol, con lo que se espera sea espectacular.

¿Cuándo ocurrirá el próximo eclipse solar?

El próximo eclipse solar total visible desde tierra ocurrirá en julio de 2019 y solo se podrá presenciar desde Argentina y Chile. En España, el próximo eclipse solar total será visible en agosto de 2026.

¿Qué es un eclipse solar?

Un eclipse solar es el fenómeno que se produce cuando la Luna oculta al Sol, desde la perspectiva de la Tierra. Esto solo puede pasar durante la Luna nueva cuando el Sol y Luna están en conjunción. Además, hay tres tipos de eclipses según la Luna cubra o no por completo el disco solar.

Eclipse solar parcial: la Luna no cubre por completo el disco solar, que aparece como una menguante.

Eclipse solar total: la Luna cubre totalmente el Sol, aunque sólo se vea así desde unas determinadas zonas de la superficie de la Tierra, a lo largo de la llamada banda de totalidad. Fuera de esa zona, el eclipse es parcial. La totalidad de un eclipse de Sol suele durar entre dos y 7,5 minutos, pero todo el fenómeno puede llegar a durar unas dos horas. En esta ocasión, la totalidad del eclipse solar del 21 de agosto durará dos minutos y 41 segundos.

Eclipse solar anular: este fenómeno tiene lugar cuando el diámetro aparente de la Luna en el cielo es menor al solar. Esto ocurre porque la órbita lunar es elíptica. Cuando el satélite se encuentra cerca del apogeo, o sea, a la distancia máxima de la Tierra, la perspectiva impide que pueda ocultar completamente al Sol. Por eso, durante la fase máxima un anillo del disco solar permanece visible. Fuera de esta etapa máxima, el eclipse es parcial.

Eclipses solares y el fin del mundo

Los fenómenos astronómicos siempre han sido de interés en todas las civilizaciones y han estado ligados a la historia de las culturas. La astronomía y la generación de calendarios con el conocimiento del cielo han sido un recurso religioso y político para muchas culturas.

Los eclipses no han sido distintos, y de hecho han generado temor o asombro desde tiempos inmemoriales. Existen numerosas referencias históricas sobre ellos. El eclipse solar más antiguo del que existe constancia sucedió en China el 22 de octubre del año 2137 a. C., y al parecer costó la vida de los astrónomos que trabajaban para el rey al no haberlo predicho. Además, la batalla lidio-meda del 585 a.C. se hizo coincidir con un eclipse para lograr el desconcierto de los adversarios que no lo sabían.

¿Se hace ciencia con los eclipses solares?

Los eclipses solares totales ofrecen una oportunidad excelente para que los científicos estudien la cromosfera y la corona, las dos capas más externas de la atmósfera solar. La cromosfera, literalmente «esfera de color», es la más interna de las dos. Es una capa delgada, de varios miles de kilómetros de espesor, que alcanza temperaturas de miles de grados centígrados.

La corona es aún más interesante. Es un gran halo de plasma muy caliente, a poco más de millón de grados centígrados, donde se producen fulguraciones y erupciones solares, y que apenas tiene una densidad mil millones de veces inferior a la de la atmósfera terrestre. El mecanismo de calentamiento de esta capa, que llega al millón de grados, cuando la capa inferior está a miles de grados, es todavía un misterio para los astrofísicos, aunque se sospecha que la causa está ligada al campo magnético solar. Además, se desconoce también por qué la forma de la corona cambia con el tiempo.

Esto tiene sus consecuencias prácticas para los habitantes de la Tierra. Estas expulsiones o chorros de material que se producen en las capas externas del Sol pueden dañar a satélites, sondas espaciales, sistemas de telecomunicaciones e incluso a los astronautas en el espacio.

 

Fuente: El ABC